2 º ESO

viernes, 8 de marzo de 2019

DESCRIPCIONES DE NUESTRAS MASCOTAS 1ºC

Eliot 

Mi mascota se llama Fox y es un perro que no llega a pesar tres kilos. Es pequeñito y de un tono canela anaranjado, alegre y juguetón. Siempre coge los calcetines para jugar y, al final, los deja húmedos y rotos; pero, a pesar de todo, es nuestro perrito. Es tímido y miedoso con las cosas nuevas pero él se adapta. Lo que más le gusta es jugar con sus juguetes. ¡Está hecho un travieso!

A mi perro Fox lo adoptamos cuando hacía tres meses que se había muerto mi anterior perro, Poing (un ser maravilloso). Decidimos tener otra mascota porque la casa, sin ningún perrito, no parecía la misma, así que fuimos a una perrera. Había muchísimos perros pero el más pequeño, el que se colaba entre las patas de los demás, era Fox. Saltó encima mío y no quería que lo soltara; al final, nos dio pena ya que era más pequeño e indefenso que los demás.

Finalmente, en ese mismo día, nos dijeron en la protectora de animales, que nos los podíamos llevar y así fue, nos lo llevamos hacia casa. Era muy asustadizo pero pasaron los días y al final se acostumbró, se adaptó y cogió confianza. Ahora ya está totalmente adaptado y saltando de alegría por la casa.

Cuando estoy con él, me siento relajado mirando cómo duerme tranquilito con su nariz negra. También me siento alegre cuando juego con él a la pelota; me hace compañía. Como dice mi padre, "un perro te hace sonreír". Es un miembro más de la familia.



Rubén Lorenzo

Lili es una gata, pero eso no basta para describirla. Es vieja, 16 años, por eso se la tiene que cuidar bien en estos años que le quedan. Lili es de color negro y blanco. Sus orejas son puntiagudas, como suelen tener todos los gatos. Los ojos son verdes, y por la noche le brillan. Tiene el hocico sonrosado.

Ella es autosuficiente, ya que come lo que a ella le apetezca y la cantidad que quiera. Día tras día se viene a mi habitación a dormir sobre el muñeco que le coloco en el suelo. Duerme acurrucada, con la suave pata ante los ojos para que no lé la luz del sol. Cuando duerme no se sabe distinguir bien qué es la cabeza y qué es la cola, ya que parece una bola de lana grande y negra.

Lili no se ducha, ya que, como a todos los gatos, no le gusta el agua. Cuando me despierto por las mañanas para ir al colegio, ella también se despierta a la misma hora que yo.

Cuando me voy a desayunar, ella va al lavabo de mis padres para que, cuando me vaya a lavar la cara y peinarme para irme, poderle agrir el grifo del agua para que ella beba. Cuando le acaricio, ronronea como si fuese un gatito pequeño y débil. 



Andrea Largo

Se llama Phoebe; tiene ese nombre porque en aquella época, cuando yo era pequeña, mis padres veían la serie de Friends y pensaron que el nombre era divertido para una tortuga. Llegó a nuestro hogar cuando tenía dos años; fue el día del cumpleaños de mi padre. Le hicimos una fiesta sorpresa y mi tía se la regaló.
Era muy pequeña pero,  a medida que iba comiendo, se hacía más grande. El cuerpo tenía forma hexagonal y su color era verde fuerte como los árboles. Las patas, la cola y la cabeza eran pequeñas como un guijarro. Las uñas eran afiladas y, cuando la cogías, te arañaba como un pequeño gato. Era una tortuga de agua.

Era miedosa porque, al cogerla para cambiar el agua o al tocarla, escondía las patas, la cola y la cabeza. También defecaba tanto que parecía el "caganer" y, cada dos por tres, teníamos que cambiarle el agua. Cada mañana, mi madre le echaba la comida y seguía el dedo como un pobre que no tiene comida.